PEÑA AMAYA, CUANDO LA TIERRA HABLA.

HABLAR DE LA PRESENCIA HUMANA EN TIERRAS BURGALESAS IMPLICA RETROTRAERSE CIENTOS DE MILES DE AÑOS EN EL TIEMPO, VIAJAR EN EL TIEMPO HACIA UN TERRITORIO QUE ENGLOBA PAISAJES NATURALES Y HUMANOS MUY VARIADOS, REFLEJO DE UNA RICA HISTORIA DE GRAN DIVERSIDAD CULTURAL.

Es evidente que en una región tan densa y antiguamente poblada como la burgalesa las huellas de la actividad humana sean generalizadas, ello da una fuerte personalidad a sus paisajes y exacerba las diferencias entre las cuencas de los ríos y las amplias áreas meseteñas de los páramos, modelados a lo largo de los años por la acción conjunta del viento y el agua. 

PEÑA DEL CASTILLO DE AMAYA

VILLAMARTÍN DE VILLADIEGO

Los valles suelen formar corredores favorables a los asentamientos humanos, lo que en general ha supuesto su temprana transformación, esto es particularmente evidente en las regiones más áridas o aparentemente austeras, donde se ha creado un auténtico oasis lineal que contrasta vivamente con la aridez de los montes circundantes. 

INICIO

El desplazarse desde Vitoria-Gasteiz hasta el pueblo burgalés de Villamartín de Villadiego no ha sido fácil, son muchos kilómetros de carreteras de todo tipo, pero que al final tiene su recompensa cuando te acercas a este singular paraje y haces los preparativos para pasar un bonito día de monte que comienza a las 9:00 horas de la mañana en la misma plaza del pueblo.

IGLESIA DE SAN MARTÍN

VILLAMARTÍN DE VILLADIEGO ( SALIDA )

Los montes circundantes al pueblo de Villamartín de Villadiego están cubiertos por la niebla cuando caminamos por la Calle Real buscando la salida del pueblo, que se encuentra en un paraje privilegiado tanto histórica como medioambientalmente hablando, ya que se encuentra a los pies de la Peña Amaya lugar de gran belleza y calidad paisajística, debido a su rica fauna y flora.

SALIDA DEL PUEBLO

CAMINO DE VALLEJOS

PEÑA CASTRO CON NIEBLA

CAMINO DE VALLEJOS

1º-DESVÍO

Nada más salir del pueblo por el Oeste, vemos como el camino se orienta hacia El Vallejo, pequeño valle surcado por el arroyo de los Vallejos que separa las peñas gemelas de Peña Amaya y Peña Castro, estas dos peñas de idéntica altura se yerguen en el corazón de las Loras y sus peñascos constituyen uno de los enclaves más señalados dentro de la arqueología burgalesa.

CAMINO DE PEÑA CASTRO

CAMINO DE PEÑA CASTRO

VALLE DE VALLEJOS

CAMINO DE PEÑA CASTRO

CAMINO DE PEÑA CASTRO

La primera de las peñas que vamos a ascender, es la de Peña Castro y para ello abandonamos el camino justo al llegar a la curva donde el camino cruza el arroyo de los Vallejos y vuelve a orientarse hacia el Oeste (1º-desvío), a la parte derecha del camino, una vieja puerta metálica nos permite dejar el camino y comenzar la ascensión a Peña Castro por una especie de camino que asciende longitudinalmente hasta situarnos frente a un angosto paso entre las rocas.

CAMINO DE PEÑA CASTRO

CAMINO DE PEÑA CASTRO

ALTO DEL PÁRAMO

CAMINO DE PEÑA CASTRO

CAMINO DE PEÑA CASTRO

Aun estamos muy abajo y para ascender hasta este paso debemos de superar una fuerte pendiente siguiendo una desdibujada senda que sube hacia el Norte, la cuesta es dura y no permite ni un descanso, mirando hacia arriba un bosquecito de encinas nos sirven de referencia para alcanzar la entrada a un corredor entre las rocas.

CAMINO DE PEÑA CASTRO

CAMINO DE PEÑA CASTRO

PEÑA AMAYA CON NIEBLA

RECOLECCIÓN DE CHAMPIS

CAMINO DE PEÑA CASTRO

Entre las propias encinas, una pedregosa senda asciende hacia lo alto de la meseta herbosa que encontraremos al salir del corredor rocoso, la niebla ya no nos deja ver nada, esto produce cierta incertidumbre en el grupo, ya que estamos en terreno desconocido y la orientación por estos páramos es algo complicada.

CAMINO DE PEÑA CASTRO

CRESTA DE PEÑA CASTRO

ANTECIMA DE PEÑA CASTRO

CRESTA DE PEÑA CASTRO

CRESTA DE PEÑA CASTRO

Este primer tramo discurre sobre praderas de altura propicias para el desarrollo de varias especies micológicas, tras un buen rato caminando por estas praderas, nuestra vista se fija un unas peñas que bien podrían ser la cúspide de Peña Castro, hacia ellas nos dirigimos alcanzando en pocos minutos un gran hito de piedras sin señas de identificación.

CRESTA DE PEÑA CASTRO

LLEGANDO A LA CIMA

CIMA DE PEÑA CASTRO 1370 m.

CRESTA DE PEÑA CASTRO

MENUDO PEDO

Como no sabemos a ciencia cierta si es la verdadera cima de Peña Castro, sacamos las fotos de rigor y la denominamos antecima de Peña Castro por el simple motivo de ver que aun seguimos ascendiendo para alcanzar una cresta que posiblemente nos lleve hasta la verdadera cima.

CRESTA DE PEÑA CASTRO

ENTRADA AL 1º-PASO

ALTOS DE PEÑA CASTRO

1º-PASO

1º- PASO

Una pena, la visibilidad es nula cuando caminamos por la cresta que presumiblemente debería tener unas vistas preciosas, pero hay que continuar adelante por la escarpada cresta hasta alcanzar el punto culminante que se encuentra un poco antes de llegar al paso por el que descenderemos al Vallejo.

1º-PASO

ALMUERZO

VALDEAMAYA

HACIA EL VALLE

HACIA EL VALLE

Cuando la cresta ya es menos afilada y subimos hacia una elevación, apreciamos otro hito de piedras al cual nos acercamos, aunque no hay señal que la identifique sabemos que estamos en la cima de Peña Castro 1370 m, parece ser que por aquí también existió algún poblado que podía estar en consonancia con las murallas ciclópeas que se observan en las faldas del monte.   

HACIA EL VALLE

HACIA EL VALLE

PAREDES DE PEÑA CASTRO

2ª- PARED

2ª-PARED

Sin perder tiempo ni dirección continuamos hasta encontrar un paso que nos permite descender con cierta facilidad la primera muralla rocosa (1º-paso), descendida esta primera muralla rocosa paramos a almorzar al abrigo de las paredes que la forman, al mismo tiempo que vemos como la niebla se va disipando permitiéndonos ver el fondo del Vallejo a nuestros pies.

PAREDES DE PEÑA CASTRO

VALDEAMAYA

PEÑA CASTRO DESDE VALDEAMAYA

VALDEAMAYA

ALBACASTRO DESDE VALDEAMAYA

Con vistas ya de Peña Amaya comenzamos a descender hacia otro paso que nos permitirá superar una segunda pared rocosa que apreciamos desde arriba, superada esta segunda pared descendemos por la denominada cuesta de Canto Rodado hasta alcanzar el fondo del valle de Valdeamaya, ya que estamos al otro lado del collado y por tanto en tierras de Amaya.

CAMINO DE CASTRO AMAYA

VELDEAMAYA

VALDEAMAYA

CAMINO DE CASTRO AMAYA

CAMINO DE CASTRO AMAYA

Ya en el fondo del valle seguiremos un camino que en dirección Suroeste nos va ascendiendo hacia el parking de Castro Amaya, desde este parking al que se accede en coche desde el pueblo de Amaya, se puede subir andado a través de una trinchera rocosa hasta la planicie donde se asienta la excavación arqueológica del Castro de Amaya.

CAMINO DE CASTRO AMAYA

CAMINO DE CASTRO AMAYA

VALDEAMAYA DESDE EL PARKING DE CASTRO AMAYA

PARKING DE CASTRO AMAYA

CAMINO DE CASTRO AMAYA

Sobre la montaña se siente la emoción de estar en un lugar importante de la historia, sus enormes vistas hacia la llanura burgalesa así nos lo hacen intuir, se trata de un yacimiento identificado desde antiguo, pero resulta extraño que hay habido que esperar hasta fechas muy recientes, inaugurado el siglo XXI, para realizar las primeras excavaciones científicas en un enclave que aparece citado en las fuentes visigodas, musulmanas, y donde además se conocen restos romanos, de la Edad del Hierro y del Bronce que delatan que también fue un núcleo importante en esos momentos.

TRINCHERA

PÁRAMO DE AMAYA

PÁRAMO DE AMAYA

CAMINO DE CASTRO AMAYA

CAMINO DE CASTRO AMAYA

​La toma de Amaya por Leovigildo la tenemos representada en una arqueta de marfil del siglo X conservada en el Monasterio de San Millán de la Cogolla, con la inscripción: " Ubi Leovigildus rex Cantabros afficit ", es decir, " En donde el rey Leovigildo castigó a los cántabros ", tras su anexión al reino visigodo, es posible que años después se convirtiera en la sede de una nueva provincia visigoda, el ducado de Cantabria, y fuera una fortaleza contra las incursiones de grupos de vascones no sometidos al poder visigodo y de incursiones de francos y aquitanos.

CAMINO DE CASTRO AMAYA

CAMINO DE CASTRO AMAYA

PEÑA AMAYA DESDE LA PEÑA DEL CASTILLO

CANAL HERBOSO

CANAL HERBOSO

No debemos olvidar que Amaya fue la antigua capital del pueblo cántabro hasta su caída a manos de los visigodos, de esta época se puede observar la trinchera de acceso al castro de Amaya, que tiene una amplia ocupación entre la Edad del Bronce y la Baja Edad Media, aunque las ruinas más visibles pertenecen a la etapa medieval.​

CANAL HERBOSO

HACIA LA BRECHA

BRECHA DE AMAYA

SENDA PERIMETRAL

SENDA PERIMETRAL

Imponente se alza frente a nosotros la peña del Castillo de Amaya, a la cual accedemos por una zona amesetada cubierta de hierba, una vez tomada Peña Amaya los romanos le dan un uso exclusivamente militar, ya que desde aquí mantendrían un control sobre la vía que unía Pisoraca ( Herrera de Pisuerga ) y Portus Blendium ( Suances ).

SENDA PERIMETRAL

SENDA PERIMETRAL

PAREDES DE PEÑA AMAYA

SENDA PERIMETRAL

SENDA PERIMETRAL

Bajando por un canal herboso descendemos hasta la brecha que separa la Peña del Castillo de la imponente Peña Amaya defendida perimetralmente por una muralla rocosa de difícil acceso, aunque se puede acometer la subida por diferentes puntos, nosotros vamos a elegir la senda que discurre pegada al flanco derecho de la pared, por ser la más nítida y bella debido a las hermosas vistas.

SENDA PERIMETRAL

LLEGADA AL 2º-PASO

PÁRAMO DE AMAYA

2º-PASO

2º-PASO

La senda en ocasiones abovedada, discurre siempre pegada a las paredes rocosas que seguiremos hasta colocarnos al pie de una pronunciada canal por donde trepa en zig-zag un sendero balizado con numerosos hitos (2º-paso), superado este tramo atravesamos el espacioso páramo cimero en dirección Noroeste hasta alcanzar la cima de Peña Amaya 1370 m.

HACIA LA CIMA

HACIA LA CIMA

CIMA DE PEÑA AMAYA 1370 m.

HACIA EL 3º-PASO

3º-PASO

Tras disfrutar de las vistas y hacer las fotos de rigor, emprendemos el regreso por el lado contrario al que hemos ascendido a la peña, pero para poder descender la primera de las paredes que nos vamos a encontrar, deberemos caminar por el páramo unos doscientos metros en dirección Suroeste y situarnos sobre el valle de Vallejos.

DESCENSO A VILLAMARTÍN

DESCENSO A VILLAMARTÍN

PEÑA CASTRO DESDE EL DESCENSO A VILLAMARTÍN

DESCENSO A VILLAMARTÍN

DESCENSO A VILLAMARTÍN

Allí encontraremos una senda (3º-paso) que tras descender la primera pared cambia de dirección hacia el Nordeste y continua entre las dos murallas rocosas por praderas de altura donde pastan las vacas y caballos de los pueblos adyacentes, casi sin darnos cuenta le hemos dado la vuelta a la peña y nos encontramos bajo la gran proa que es vista desde el pueblo de Villamartín de Villadiego.

DESCENSO A VILLAMARTÍN

DESCENSO A VILLAMARTÍN

VILLAMARTÍN DE VILLADIEGO

4º-PASO

DESCENSO A VILLAMARTÍN

Con vistas a este pueblo, debemos buscar otro de los pasos que nos permita superar la segunda pared rocosa, para ello descendemos en dirección a una pequeña apertura que vemos desde arriba (4º-paso) y que nos permitirá superar el último de los obstáculos que nos faltan para llegar al punto de partida.

PEÑA AMAYA

VILLAMARTÍN DE VILLADIEGO ( FINAL )

Superado este obstáculo y sin perder de vista el pueblo, vamos descendiendo por las sendas de animales hasta alcanzar un camino que en pocos minutos nos dejará en el mismo camino por el que hemos salido de él, sigiendo por la Calle Real llegamos a la iglesia de traza gótica de San Martín a las 15:20 horas donde se guarda un interesante retablo mayor renacentista dedicado a San Martín que montado a caballo.

Hasta   la   Próxima.